Bingokom, 24 de febrero de 2019
En una de las “fastuosas y grandilocuentes” intervenciones a las que nos tiene acostrumbrados Obiang, el dictador ha cargado contra el activista Tutu Alicante, tildándolo de traidor, en Annobon, su pueblo natal. La obtusidad intelectual del dictador no tiene medida. En democracia, ser adversario político no tiene nada de personal, en el mundo de la política, la confrontación respetuosa es lo que alimenta el debate ideológico pero claro, hacerle entender esta cosa tan sencilla a un dictador cruel y despiadado, es misión imposible; de hecho, en un anterior discurso pronunciado en Baney, Obiang se reafirmaba en no querer cambiar de carácter, con la tozudez típica de los mulos.
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